REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRIGUEZ
FINANZAS INTERNACIONALES
SECC "B"
LA BALANZA DE PAGOS
FACILITADOR: ISMAEL ARELLANO
PARTICPANTE:
GARCIA KRISTELL V-CI. 19.399.682
GARABATOS MARIA JOSE V- C.I: 18.037.643
CARACAS, ABRIL 2009
LA BALANZA DE PAGOS
La Balanza de Pagos es un documento contable que presenta de manera resumida el registro de las transacciones económicas llevadas a cabo entre los residentes de un país y los del resto del mundo durante un período de tiempo determinado que normalmente es un año. Utilizaremos aquí las especificaciones del Quinto Manual de Balanza de Pagos elaborado por el FMI, que son las utilizadas con mayor o menor fidelidad por la mayoría de países. Como ejemplo utilizaremos los datos de la economía española tal como los elabora el Banco de España. Los países europeos siguen las normas del FMI con algunas normas adicionales específicas que permiten la elaboración por el Banco Central Europeo de una Balanza conjunta. El BCE define la Balanza de Pagos como "la estadística que recoge, con el desglose apropiado, las transacciones transfronterizas durante el período del calendario al que se refieren, mensual, trimestral o anual".
Al abordar por primera vez el tema de la Balanza de Pagos, conviene aclarar que todas las transacciones económicas provocarán dos asientos en la Balanza, uno en la columna de ingresos y otro en la de pagos, uno por el valor de la mercancía, servicio o título de crédito que se haya entregado, otro por su contrapartida en dinero, en créditos o en bienes o servicios. Por tanto la suma de las dos columnas de la Balanza es siempre el mismo, el saldo de la Balanza de Pagos es siempre nulo, la Balanza está siempre en equilibrio. Cuando se habla de déficits o superávits en la Balanza de Pagos se está haciendo referencia sólo a algunas de sus cuentas o sub-balanzas.
Las transacciones anotadas se ordenan en tres grandes rúbricas: la cuenta corriente, la cuenta de capital y la cuenta financiera.
En términos bastante sencillos podemos decir que la balanza de pagos es donde se registran las transacciones que un determinado país tiene con el resto del mundo en un período de tiempo específico. Por otra parte tenemos que estas transacciones puede ser, o reales que son las referidas al comercio de bienes y servicios y se registran en la llamada cuenta corriente, o financieras que son las relacionadas con los flujos de capital y se registran en la llamada cuenta capital. En nuestro país la cuenta corriente tiende a ser positiva porque allí se registran las ventas de petróleo y la cuenta capital negativa, porque además de registrarse en ella los pagos de Deuda, también la afectan las salidas de capitales. Obviamente si al final mis saldos son positivos mis Reservas Internacionales aumentan, porque generamos ahorros, pero si los saldos son negativos el efecto es al contrario. Una crisis de balanza de pagos genera falta de confianza en ese país y al mismo tiempo temores sobre devaluaciones, expectativas de mayor inflación, etc., factores que atentan contra el bienestar de la población.
ESTRUCTURA DETALLADA DE LA BALANZA DE PAGOS.
Las economías modernas son muy abiertas y los ciudadanos y las empresas de los diferentes países realizan una gran diversidad de operaciones con residentes en otros países: venta o compra de bienes, turismo, donaciones, inversiones, créditos en el exterior y otras. La contabilización de estas operaciones tiene interés para conocer, entre otras cosas, la capacidad competitiva de los diferentes países, la financiación externa recibida (u otorgada), o los movimientos de divisas.
La balanza de pagos es un documento contable que ofrece un registro sistemático de las transacciones, tanto reales (bienes, servicios, etc.) como financieras (títulos financieros) de una economía con el resto del mundo. Aunque, a grandes trazos, tiene una estructura parecida a la cuenta del resto del mundo de las cuentas nacionales, es un documento diferente y la metodología utilizada en su elaboración es del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La balanza de pagos registra las operaciones en una columna de ingresos y otra de pagos, cuya diferencia da los saldos parciales. Como criterio general de contabilización debe señalarse, en una primera aproximación, que las operaciones que suministran divisas (medios de pago de aceptación internacional) al país que elabora la balanza y las operaciones similares a ellas, se anotan en ingresos; así, las exportaciones de mercancías o las entradas de capital (como las inversiones extranjeras) se registran en ingresos; mientras que las operaciones que implican salidas de divisas o similares se anotan en pagos, como las exportaciones o salidas de capital para inversiones en el exterior.
Las operaciones, por sus características se agrupan en diferentes sub-balanzas. La balanza corriente y la balanza de capital son las dos grandes divisiones de la balanza de pagos. Cada una de las cuales integra, a su vez, subdivisiones o sub-balanzas más concretas. Así, la compraventa de bienes (exportaciones e importaciones) se registra en la balanza comercial, llamada también balanza de mercancías o de bienes. Los ingresos y pagos por servicios se anotan en la balanza de servicios.
Las rentas del trabajo y del capital de residentes empleados en el resto del mundo (o los pagos al trabajo y al capital no residente) se recogen en la balanza de rentas (esta sub-balanza se incluía en la de servicios en la normativa anterior, y, probablemente, se verá habitualmente incluida según se prevé a nivel internacional por los organismos competentes.
La balanza de transferencias registra las transacciones sin contrapartida (excepto las de capital), como son los diferentes tipos de donaciones, como las remesas que los emigrantes (residentes en el exterior durante más de un año) donan a sus familiares o las subvenciones corrientes.
Las tres sub-balanzas anteriores constituyen la balanza corriente, una importante sub-balanza que registra los distintos ingresos y pagos por operaciones relacionadas con la creación de renta en el año al que se refiere la balanza. Cuando aumentan las exportaciones de bienes o servicios, la renta percibida en el exterior por factores residentes, o las transferencias corrientes recibidas, incrementa la renta nacional bruta disponible del país. El saldo de esta cuenta (saldo por operaciones corrientes), a veces denominado saldo del comercio exterior, es un importante saldo que indica, si es positivo, la capacidad de financiación del país, esto es, su inversión neta en el exterior y, si es negativo, su necesidad de financiación.
El segundo gran componente de la balanza de pagos es la balanza de capital (capital y financiera según la terminología del Manual de la Balanza de Pagos del FMI). En la misma se registran transacciones financieras, o de activos representativos del mantenimiento de riqueza, como dinero, créditos, títulos de propiedades industriales o de deuda pública, privada, o divisas. Son transacciones que afectan a la posición acreedora o deudora del país, y pueden o no estar relacionadas con la balanza corriente. Por ejemplo, el pago en divisas de una importación es la contrapartida financiera de una operación de la balanza corriente, mientras que la compra de acciones de empresas del país por un grupo extranjero es una operación estrictamente financiera (títulos financieros contra divisas, otro activo financiero).
DESCRIPCIÓN Y COMPONENTES ESPECÍFICOS DE LA BALANZA DE PAGOS.
La balanza de pagos, como se ha dicho, agrupa operaciones con el resto del mundo en dos grandes bloques: balanza corriente, que registra transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias corrientes y balanza de capital, que se refiere a la adquisición o disposición de activos financieros (inversiones, créditos y otros). Señalemos algunos de los conceptos incluidos en cada sub-balanza.
BALANZA CORRIENTE.
La balanza corriente incluye la de mercancías: exportaciones e importaciones de bienes. Todos ellos se valoran FOB (free on borrad), esto es, sin incluir fletes y seguros, que irán a la sub-balanza de servicios. También en esta sub-balanza se registran los suministros a medios de transporte no residentes (combustible, etc.)
La sub-balanza de servicios recoge operaciones como transportes internacionales, viajes (bienes y servicios adquiridos por no residentes en turismo, negocios, estudios o enfermedad en otro país), comunicaciones, seguros, servicios financieros, servicios de informática e información, royalties (es decir, los rendimientos o pagos por el uso de determinados activos inmateriales, como patentes o marcas), servicios a empresas (profesionales, técnicos, leasing), así como servicios personales, culturales o recreativos. Asimismo, se incluyen los servicios gubernamentales que cubren todos los servicios asociados al sector público, como los gastos de las representaciones diplomáticas.
La balanza de rentas: En esta balanza (tradicionalmente integrada en servicios) se incluyen las rentas del trabajo y del capital residentes que prestan servicios en el extranjero –ingresos-, o del capital y trabajo de no residentes que prestan sus servicios en el país que hace la balanza –pagos-. Así, las remuneraciones a trabajadores fronterizos, estacionales y no residentes en general. Las rentas de inversiones en el extranjero, como dividendos o intereses, recogen los ingresos y pagos relacionados con la tenencia de activos financieros de otro país, es decir, son las compensaciones (intereses, dividendos) por los servicios productivos del capital empleado en otros países. Es sabido que las remuneraciones al trabajo y al capital por el resto del mundo, por ser factores nacionales, entran en el PNB del país que efectúa las inversiones o el trabajo en el exterior.
Las transferencias corrientes incluyen las donaciones internacionales sin contrapartida. Este apartado de la balanza de pagos es una partida de compensación a los cambios de propiedad, voluntarios (donaciones) o coactivos (como impuestos), entre residentes y no residentes de recursos reales. Hay transferencias públicas (como impuestos o subvenciones cuando media un gobierno o varios) y privadas (como remesas de emigrantes). Las transferencias de capital se incluyen en la balanza de capital (cesión de la propiedad de activos fijos, transferencia de fondos ligada a la compra de activos fijos o condonación de deuda) y no en la balanza corriente. No obstante, por la dificultad práctica de separar tales transferencias, posiblemente todas aparecerán durante algún tiempo en la balanza corriente de los distintos países.
LA BALANZA DE CAPITAL.
La balanza de capital puede verse a largo plazo y a corto plazo, ella integra cuatro grupos de operaciones que se identifican por el tipo de activos en que se materializan: inversiones directas, inversiones en cartera, otro capital y variación de reservas. A su vez, pueden agruparse por sectores institucionales (instituciones de crédito, sector público y otros).
En inversiones directas se registran las entradas o salidas de capital efectuadas con la pretensión de mantener un interés duradero en empresas de otro país. Lo distintivo es, por ello, el intento de mantener alguna forma de participación en la gestión de la compañía en la que se invierte (como participación de órganos de gestión y no una mera participación financiera). El FMI establece la participación en el 10 por 100 del capital como la cantidad indicativa de participación en el control de una empresa, cantidad convencional puesto que el control puede efectuarse con participación menor, mientras que, otras veces, con participaciones superiores puede no tenerse influencia en la gestión.
Se registran también como inversiones directas las ganancias reinvertidas por este tipo de empresas en el país en que se realizó la inversión inicial y los flujos posteriores de financiación entre matriz y filiales o empresas del grupo (créditos, adquisición de bonos, obligaciones, etc.).
Las inversiones en cartera son las inversiones en valores negociables (con exclusión de las inversiones directas) con objeto de obtener una rentabilidad financiera. Son inversiones en acciones, bonos o en instrumentos del mercado monetario, por las que se busca la rentabilidad financiera sin pretensión de control o participación en la gestión.
El apartado de otro capital registra préstamos ligados a operaciones comerciales (créditos comerciales) o financieros, a corto y a largo plazo, así como los depósitos en el extranjero (o de extranjeros en el país).
En la balanza de capital se incluye también la variación de reservas internacionales o las transacciones en activos de reserva, como el oro monetario, los derechos especiales de giro, la posición de reserva en el FMI y activos en moneda extranjera (moneda y depósitos), que son diversos activos considerados por las autoridades monetarias como disponibles para compensar los desequilibrios en la balanza de pagos o para regular su magnitud por medio de intervenciones en los mercados de cambio.
CUENTA FINANCIERA
Registra la variación de los activos y pasivos financieros. Por tanto recoge los flujos financieros entre los residentes de un país y el resto del mundo.
Las diferentes rúbricas de la cuenta financiera recogen la variación neta de los activos y pasivos correspondientes.
- Inversiones directas.
- Inversiones en cartera.
- Otras inversiones.
- Instrumentos financieros derivados.
- Cuenta financiera del Banco Central.
La cuenta de errores y omisiones abarca lo que se conoce como el capital no determinado. Se dice que es un ajuste por la discrepancia estadística de todas las demás cuentas de la balanza de pagos. En realidad la suma de los saldos de la cuenta corriente y de la cuenta de capital debe dar igual a las variaciones en las reservas monetarias internacionales.
EL FUNCIONAMIENTO DESCRIPTIVO DE LA BALANZA DE PAGOS
Desde el punto de vista de su conformación, la balanza de pagos tiene dos partes principales, que a su vez se pueden dividir de acuerdo al tipo de transacciones y sus relaciones con la economía nacional. Estas dos parte principales son: la cuenta corriente y la cuenta de capital. La cuenta corriente incluye el movimiento comercial de bienes y servicios, los pagos por concepto de servicios productivos de factores y las transferencias unilaterales. En el caso de estas últimas, cuando tienen un componente real, la partida y la contrapartida se registran en la cuenta corriente. En cambio cuando se trata de una transferencia financiera sólo la contrapartida figura en la cuenta corriente. En términos generales, cabe señalar que las entradas de recursos reales, como el que origina una importación de un bien, la adquisición del servicio productivo de un factor, o la contrapartida de una donación concedida al exterior, deben registrarse como débitos en la cuenta corriente, y al contrario, las salidas de los recursos reales serán descritas como créditos. A su vez, la cuenta corriente se presenta subdividida en dos partes: la que corresponde a los bienes, servicios y renta, que incluye el movimiento comercial de bienes, servicios y servicios productivos de factores, y la que corresponde a las transferencias unilaterales.
BALANZA DE PAGOS DEL SEGUNDO TRIMESTRE DE 2007 | ||
La balanza de pagos del segundo trimestre mostró un déficit global de US$ 7.231 millones, como resultado de un superávit de la cuenta corriente de US$ 5.126 millones y un saldo negativo en la cuenta financiera de US$ 11.534 millones. El saldo de la balanza de pagos determinó un nivel de reservas internacionales de US$ 24.043 millones al cierre del mes de junio, cifra que aunada a los activos externos disponibles del sector público, aproximadamente US$ 29.061 millones, fortalece la posición externa del país. Cuenta corriente El superávit de la cuenta corriente disminuyó en un 40% con relación al valor observado en el segundo trimestre del año anterior (US$ 8.538 millones), en correspondencia con la reducción del superávit comercial de bienes en -43,4%, que se contrajo por efecto del menor valor de las exportaciones petroleras y del alza de las importaciones. Las ventas externas de la industria petrolera disminuyeron en -9,2%, producto de la reducción de los volúmenes exportados de petróleo (-6,7%), tanto en su componente de ventas públicas (-4,1%) como en las operaciones que aún se adjudican al sector privado (-17%). Por su parte, las exportaciones no petroleras registraron un aumento de 1,4%, en el que destaca el crecimiento de las ventas de metales comunes y productos químicos; ello conforme a estimaciones preliminares obtenidas a partir de registros contables de una muestra de empresas públicas y privadas. Según datos provisionales, las importaciones de bienes crecieron a una tasa anual de 38,7%, impulsadas por los requerimientos asociados al crecimiento económico. Por destino, destaca el incremento en la adquisición de bienes para la formación bruta de capital fijo (tales como maquinarias y equipos, tractores y vehículos para el transporte de bienes, instrumentos médicos, equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones); de los destinados al consumo final (destacando los vehículos para pasajeros, teléfonos celulares, alimentos y bebidas, productos farmacéuticos y químicos); y de los destinados al consumo intermedio (principalmente sustancias químicas, metales comunes, equipos eléctricos, partes y piezas y otras maquinarias). Cuenta financiera En el segundo trimestre, la cuenta financiera alcanzó un saldo deficitario de US$ 11.534 millones. Dicho resultado se explica por el importante aumento del déficit de la cuenta otra inversión (hasta US$ 12.387 millones), así como por los mayores flujos netos hacia el exterior en la categoría de inversión directa (estimados en US$ 2.078 millones). En este sentido, la cuenta otra inversión reflejó una gestión que favoreció la tenencia de activos externos del sector público, los cuales experimentaron un significativo incremento de US$ 4.995 millones, específicamente, en la Tesorería Nacional y Fonden. Adicionalmente, contribuyeron a este resultado las tenencias de los inversionistas privados, favorecidas por la porción de los bonos de Pdvsa liquidados en el trimestre, así como el financiamiento de la factura comercial del sector exportador petrolero público a sus clientes no relacionados. Estas transacciones significaron una reestructuración de los activos internacionales en poder del sector público. En cuanto al flujo neto de la inversión directa, el mencionado déficit es consecuencia de la adquisición por parte del Estado venezolano del componente accionario de las empresas privadas de telefonía y energía eléctrica, que detentaban mayoritariamente propietarios no residentes. Asimismo, el sector petrolero mantuvo la tendencia creciente de sus activos con clientes relacionados. En contraposición, la cuenta de inversión de cartera arrojó un saldo superavitario de US$ 2.931 millones, debido principalmente al endeudamiento externo del sector petrolero público, por el traspaso parcial de los bonos de Pdvsa de manos de inversionistas residentes a no residentes[1][1][1]. De igual modo, incidió la venta de instrumentos financieros asociados a títulos de deuda en moneda extranjera que formaban parte de la cartera de entes gubernamentales. POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONAL Al cierre del segundo trimestre de 2007, el balance del país frente al sector externo se elevó a US$ 75.570 millones, superior en 41,7% al saldo registrado al cierre del mismo período de 2006. Esto como consecuencia de una mayor posición de activos externos (US$ 155.537 millones) y un nivel relativamente estable de pasivos externos (US$ 79.967 millones). El incremento en la posición de activos externos respondió, en parte, al aumento en los activos del sector público, que totalizaron US$ 76.916 millones al cierre del trimestre. En este resultado, resaltan las inversiones en títulos de deuda y depósitos externos de entes como Fonden y Tesorería Nacional, así como las acreencias comerciales petroleras. Con relación a los activos de reservas internacionales, éstos se redujeron en US$ 6.704 millones (21,0%) entre los períodos en comparación, en correspondencia con los traspasos y ventas de divisas a entes públicos y la liquidación de divisas al sector privado, autorizadas por Cadivi. Por su parte, el sector privado registró aumentos en sus tenencias externas, alcanzando US$ 78.621 millones, resaltando tanto las posiciones de las categorías de inversión de cartera como depósitos, esta última, en buena medida derivado del impacto de las transacciones con bonos de Pdvsa. Respecto a los pasivos externos totales del país, las leves reducciones en las cuentas de inversión directa y de cartera fueron compensadas con un incremento de los pasivos de otra inversión. El comportamiento de la inversión directa y de cartera se asocia a la reducción de las participaciones de no residentes en empresas privadas nacionales, tanto por la venta de acciones como por la baja de las cotizaciones de mercado. Adicionalmente, los flujos de cartera reflejaron la reducción de los saldos deudores del Gobierno, debido al ajuste por valoración de sus títulos de deuda, no obstante las operaciones de endeudamiento realizadas por el sector petrolero durante el segundo trimestre. El incremento de las posiciones pasivas de otra inversión vino dado principalmente por los préstamos recibidos por el sector petrolero a principio del año 2007.
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